En la primera sección que compone este mural aparece retratado Ignacio Ramírez, el Nigromante. Ignacio Ramírez nació en San Miguel el Grande, Guanajuato en 1818 y a la edad de 18 años ingresó a la Academia de Letrán, donde pronunció un discurso que iniciaba con la polémica frase “Dios no existe”. Cuando en 1947 Rivera pintó el mural, representó al intelectual con un pergamino en que la frase podía leerse.
El escándalo no se hizo esperar: en junio de 1948, poco antes de la inauguración del Hotel del Prado, el arzobispo Luis María Martínez se negó a bendecir el espacio. Un grupo de estudiantes conservadores atentaron contra el mural y rasparon tanto la frase como el rostro de Diego Rivera. La obra tuvo que ser cubierta con biombos que se retiraban en pocas ocasiones.
En abril de 1956 Diego Rivera cambió la frase por “Conferencia en la Academia de Letrán, el año de 1836”, que sigue siendo una alusión discreta a las palabras iniciales del discurso de el Nigromante.