Angelina Beloff:
Trazos de una vida
Angelina Beloff (San Petersburgo,1879 - Ciudad de México, 1969), fue conocida por su vida junto a Diego Rivera, sin embargo, poco se ha estudiado su trabajo artístico que aborda diversos géneros como el retrato, el paisaje y técnicas como la acuarela o el grabado, éste último ejemplo de su carácter disciplinado y constante.
Al igual que muchas de sus contemporáneas como María Izquierdo, Frida Kahlo y Lola Álvarez Bravo, Angelina Beloff supeditó su creación a la de su pareja sentimental y vivió también las desventajas de ser una mujer artista en un ámbito predominantemente masculino. Ella misma contribuyó a perpetuar esta imagen de la “mujer detrás del genio”, pues en sus Memorias, sobrepuso la figura y el trabajo de Rivera al suyo. A ello se debe que aún a 43 años de su muerte, sea difícil trazar un análisis de la creación artística centrado en su obra y planteamientos estéticos más que en su vida al lado de DiegoRivera.
Angelina Beloff llegó a México en 1932, siendo ya una mujer madura y con una sólida preparación artística. Durante su estancia en París (1909-1932) estuvo en contacto con los artistas e intelectuales más connotados de la época, habíendo recibido lecciones de pintores como Henri Mattise y Herman Anglada Camarasa.
Su obra se caracteriza por el estudio, la reflexión, la observación paciente y la factura cuidadosa. Los paisajes europeos que cedieron su lugar a la naturaleza pródiga de México; los retratos de amigos, colegas y clientes; el entorno urbano de la Ciudad de México que la artista vivió diariamente en sus calles y edificios modernos; los grabados e ilustraciones que alentaron la imaginación infantil de los niños mexicanos a través de personajes como la muñeca Pastillita, entre muchas otras obras, son el recuento de una trayectoria que se construyó por sí misma.
La muestra Angelina Beloff: Trazos de una vida, ahonda su trabajo como grabadora y su incursión al teatro guiñol, proyecto artístico y pedagógico de vanguardia, auspiciado por la Secretaría de Educación Pública, así mismo plantea la necesidad de mostrar esta multiplicidad de discursos plásticos y de voces que contribuyeron, a consolidar un nuevo arte mexicano ajeno a la mirada de un discurso unilateral y hegemónico.